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En apenas cuatro días tanto el pequeño como el grande están prácticamente a rebosar
Vícar, 29 de octubre de 2019: Transcurridos apenas cuatro días desde que el alcalde de Vícar, Antonio Bonilla, depositara los primeros tapones de envases de plástico en los dos primeros corazones-contenedor instalados en el municipio, la acogida por parte de los ciudadanos ha superado todas las previsiones, hasta el punto de que tanto el contenedor pequeño (78x58x35 centímetros), como el de mayor tamaño (de 150x144x50 centímetros) prácticamente se encuentran al borde de su capacidad.
Estos dos primeros corazones-contenedor han quedado ubicados en el Bulevar Ciudad de Vícar, junto a la rotonda de Vicasol, y a ellos se irán sumando otros que se instalarán en puntos estratégicos del municipio, conforme la disponibilidad de nuevas unidades. Según ha señalado Antonio Bonilla, "el objetivo es que cada uno de los núcleos y barriadas dispongan de estos corazones dando con ello respuesta a las inquietudes de muchos vecinos que quieren colaborar con causas solidarias y no saben cómo hacerlo". Además la iniciativa se enmarca dentro de la especial sensibilidad que el gobierno municipal tiene por el cuidado del medioambiente, puesta de manifiesto en la apuesta por la sostenibilidad del municipio bajo los parámetros de la Agenda Local 21, y en el trabajo que se lleva a cabo sobre el horizonte de la Agenda 2030”.
Según Antonio Bonilla, "esta iniciativa tiene dos objetivos claros. Por un lado, seguir concienciando a la población sobre la necesidad del reciclado y haciendo más hincapié, si cabe, en los más pequeños que son esponjas que absorben todo, y por otro lado, para que el beneficio economico que con ello se obtenga poder destinarlo a una noble causa. La intención de los responsables municipales es que de la gestión de estos corazones para tapones, sea realizada por las AMPAs del municipio, con el compromiso de encargarse de su mantenimiento. El precio por tonelada ha variado en el mercado en los últimos años entre los 200 y los 300 euros, una tonelada equivale a unos 400.000 tapones.
El tapón es un residuo que llega a la planta recicladora bastante limpio y es relativamente fácil procesarlo, ya que no precisa de una maquinaria ni una tecnología específicas. Con un proceso físico y químico los tapones se limpian, se trituran, se funden y se convierten en pequeñas granzas de plástico que se venden a peso. La mayoría de tapones son de dos tipos de plástico similares, materias primeras de la gran industria: el polietileno (PET) y el polipropileno
Los corazones contenedores o pequeños recipientes metálicos, con un contorno de chapa rojo con el emblema del Ayuntamiento, y el resto rejilla galvanizada, con un pie de fundición, y han sido realizado por los forjadores del área de Obras y Servicios Públicos, en las instalaciones de El Boliche. A la hora de su instalación se les ha dotado de iluminación, la forma de los contenedores es acorde con la imagen promocional del municipio 'Vícar, Corazón del Poniente'.